Entre tanto tango

Sí, sin duda este es el lema de los argentinos. Les encanta hacer parrilladas con todos y cada uno de los trozos de la vaca, que si bife, costillas, caderas, choripanes... Quien más y quien menos tiene una pequeña parrilla en la azotea de su bloque donde cada fin de semana invitará a amigos y conocidos para cocinar lentamente la carne mientras beben cerveza.

Sin ir más lejos el sábado pasado nos invitaron a un asado en la azotea del departamento de un español, cada uno se lleva su bebida y entre todos pagamos la carne. Había música, patatas fritas, gente variada y hasta tinto de verano, así que se puede traducir perfectamente el término asado como barbacoa.

Nosotras para no ser menos también tenemos una parrilla en la azotea, cuando nos sintamos preparadas celebraremos nuestro primer asado y quedará inaugurada la temporada veraniega. Hasta el momento yo sigo haciéndome mis comiditas españolas y mejorando poco a poco mis pobres dotes de cocinera.

El primer día en el supermercado tardamos como hora y media en recorrer todas las calles porque aunque eran productos normales y corrientes era fácil hacerse un lío comparando marcas y pasando los precios a euros. Había muchos artículos que aun siendo Bimbo o Nestlé tenían otro formato y otros colores que los hacía difícil de identificar. Y también artículos que tenían nombres completamente diferentes como los choclos (maíz) y las arvejas (guisantes).

El mayor contraste fue que había una nevera enorme con carne de ternera y ni una triste rodaja de merluza congelada. No encontramos pescao en todo el super... Pero bueno nos han recomendado una pescadería en el barrio que dicen que hasta te cocinan el pescado y te lo tomas en el piso de arriba. Habrá que ir :)

La variedad de productos lácteos es increíble [ironía]. Hay muchas marcas de leche pero todas enteras y sólo algunas semidescremadas, la desnatada aquí no se estila. Y aún existen los envases de plástico que no son bricks y que caducan al día siguiente. También hay varias marcas de yogures, que los venden de 2 en 2, pero sólo 5 sabores: natural, vainilla, fresa, frutas del bosque y dulce de leche. Sí, ¡hay yogur de dulce de leche! Es como una especie de natilla o yogur de galletas, la verdad es que está bastante bueno y no empalaga tanto como el dulce de leche real. Y por otro lado está el queso de untar, que es la única variedad de queso que mi bolsillo se puede permitir, que lo hay light, cremoso, natural, con hierbas...

La bebida es fácil de localizar, hay un pasillo entero con cervezas (se lleva la Quilmes y la Stella Artois y los envases son retornables), vinos, fernet (que es lo que bebe aquí la juventud), whisky, vodka y demás bebidas espirituosas. Para consuelo mío existe el ron negro, no es Brugal o Legendario, pero el precio se asemeja al español. Y de lo que no son bebidas alcohólicas os cuento que aquí todavía tienen Kas Manzana y Mirinda! Y que la Fanta de naranja es naranja pero naranja...

Bueno para terminar os dejo una fotillo de mi primera tortilla de papas en Buenos Aires de la cual estoy muy orgullosa dada la baja calidad de la sartén en la que la hice.



Ciao boludos!
Lola.-