Para el domingo habíamos planeado una excursión a Valparaiso, ciudad costera del Pacífico de la que todo el mundo nos había hablado maravillas y quisimos comprobarlo por nosotros mismos.
Sí, había casitas de colores bastantes monas y tal, un gran puerto pesquero y un calor incompatible con las escaleras y cuestas del lugar. Pensábamos que sería un pueblo más 'de domingueros', con su playa, su paseo marítimo y sus chiriguitos, pero para eso había que ir a Viña del Mar. Dio la casualidad que el bus que pillamos lo conducía el primo lejano de Valentino Rossi y el trayecto se hizo tan corto e intenso que al bajar no sabía si besar el suelo o dar las gracias por haber sobrevivido.
En Viña pudimos meter los pies en el Océano Pacífico y disfrutar de la brisa del mar mientras nos tomábamos un heladito. A la vuelta por petición popular buscamos al autobusero kamikaze, pero no hubo suerte. Y eso es todo lo que dio de si la excursión, creo que teníamos demasiadas expectativas y el día se nos hizo largo, para rematar tuvimos que esperar hora y pico para pillar el bus de vuelta a Santiago pero una vez allí fuimos a cenar a Telepizza!! Sí, como lo leéis, la franquicia ha llegado hasta Chile ofreciendo pizza, bebida y patatas por 3 euros al cambio, ya podían en España hacer algo así...
Antes de ir a dormir nos tomamos una birrita en el bar de al lado del hostel, donde los IC3X bolivianos ya se había hecho colegas del encargado que era un personaje de los buenos.
El último día en Santiago resultaba ser feriado por lo que si el sábado nos pareció una ciudad tranquila, aquí ya se podía decir que era una ciudad fantasma. Intentamos ir a la casa de Neruda para visitarla por dentro, pero los lunes y más aun los feriados no abre, así que nos fuimos al cerro de Santa Lucía a hacer un pinnic y a alimentar a un perrillo con nuestras sobras.
Resumiendo,
- En Chile hay que tener mucha paciencia en los restaurantes y bares: pueden tardar del orden de media hora o tres cuartos en traerte la cuenta y hay veces que incluso entrando en el establecimiento con cara de hambre los camareros ni te dirigen una mirada.
- En Chile nunca andarás solo: siempre habrá un perrillo fiel que te siga a todas partes con sus pulguitas y sus bichitos.
- En Chile cruzar la calle es simple: si el semáforo está verde cruzas, y si no lo está, miras a un lado a otro y si no viene nadie, cruzas. Nada de jugarte la vida en cada paso de peatones, ni cruzar la calle corriendo literalmente cuando el semáforo esta verde.
- En Chile hay 2 tipos de autobuses: los urbanos que van a 100 km/h por las avenidas y los omnibueses mulliditos que te llevan de una ciudad a otra y te quedas sopa en seguida.
Os dejo una foto de un amigo que hicimos en el país, besos a todos!!
Lola.-
Sí, había casitas de colores bastantes monas y tal, un gran puerto pesquero y un calor incompatible con las escaleras y cuestas del lugar. Pensábamos que sería un pueblo más 'de domingueros', con su playa, su paseo marítimo y sus chiriguitos, pero para eso había que ir a Viña del Mar. Dio la casualidad que el bus que pillamos lo conducía el primo lejano de Valentino Rossi y el trayecto se hizo tan corto e intenso que al bajar no sabía si besar el suelo o dar las gracias por haber sobrevivido.
En Viña pudimos meter los pies en el Océano Pacífico y disfrutar de la brisa del mar mientras nos tomábamos un heladito. A la vuelta por petición popular buscamos al autobusero kamikaze, pero no hubo suerte. Y eso es todo lo que dio de si la excursión, creo que teníamos demasiadas expectativas y el día se nos hizo largo, para rematar tuvimos que esperar hora y pico para pillar el bus de vuelta a Santiago pero una vez allí fuimos a cenar a Telepizza!! Sí, como lo leéis, la franquicia ha llegado hasta Chile ofreciendo pizza, bebida y patatas por 3 euros al cambio, ya podían en España hacer algo así...
Antes de ir a dormir nos tomamos una birrita en el bar de al lado del hostel, donde los IC3X bolivianos ya se había hecho colegas del encargado que era un personaje de los buenos.
El último día en Santiago resultaba ser feriado por lo que si el sábado nos pareció una ciudad tranquila, aquí ya se podía decir que era una ciudad fantasma. Intentamos ir a la casa de Neruda para visitarla por dentro, pero los lunes y más aun los feriados no abre, así que nos fuimos al cerro de Santa Lucía a hacer un pinnic y a alimentar a un perrillo con nuestras sobras.
Resumiendo,
- En Chile hay que tener mucha paciencia en los restaurantes y bares: pueden tardar del orden de media hora o tres cuartos en traerte la cuenta y hay veces que incluso entrando en el establecimiento con cara de hambre los camareros ni te dirigen una mirada.
- En Chile nunca andarás solo: siempre habrá un perrillo fiel que te siga a todas partes con sus pulguitas y sus bichitos.
- En Chile cruzar la calle es simple: si el semáforo está verde cruzas, y si no lo está, miras a un lado a otro y si no viene nadie, cruzas. Nada de jugarte la vida en cada paso de peatones, ni cruzar la calle corriendo literalmente cuando el semáforo esta verde.
- En Chile hay 2 tipos de autobuses: los urbanos que van a 100 km/h por las avenidas y los omnibueses mulliditos que te llevan de una ciudad a otra y te quedas sopa en seguida.
Os dejo una foto de un amigo que hicimos en el país, besos a todos!!
Lola.-
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