Todo se comenzó a torcer cuando en mi visita anual a Jerez, allá por Octubre, me denegaron el acceso al avión porque mi billete decía "Lola" y en mi pasaporte "María Dolores". Aeropuerto de Barajas, domingo 9 de la noche, el teléfono de eDreams echaba fuego, pero no había nadie al otro lado para contestarme y TAM Airlines no tenía privilegios para cambiar mi nombre del eticket. Así que vi mi vuelo despegar. Consulté en la misma aerolínea el precio de un vuelo para el día siguiente. Empezaron por 2800 euros y cuando logré recuperarme del susto fuimos encontrando tarifas mejores. Cuando resignada entregué mi tarjeta para pagar un billete a precio de oro, VISA me denegó la transacción por sobrepasar el límite. Y doy gracias a Dios porque al rato me llamó mi hermana, la salvadora, para decirme que había encontrado un vuelo de sólo ida a mitad de precio que salía a las 6am de Barajas.
Pasé la noche en un banco del aeropuerto con el disgusto aún en el cuerpo, la angustia de pensar que haya de nuevo algún dato mal en mi eticket y el miedo a quedarme dormida. Pero todo salió bien y cuando llegué a casa 20h después (sí, fue un vuelo con escala) casi no podía ni creerlo.
En fin, al no tener billete de vuelta a España era yo la que decidía cuando acabar con todo, la fecha tope era Mayo, no podía perderme la Feria otra vez, pero los acontecimientos se dieron de forma diferente...
A finales de Noviembre llegamos a casa después de una fiesta y nos encontramos a nuestro conejo Ruanito muerto. Siempre nos habíamos planteado qué pasaría con él cuando volviéramos a España, se lo dejaríamos al padrino, nos lo llevaríamos en el avión... Con esto nos quitamos el problema, aunque el trago fue duro, todo hay que decirlo...
Por otra parte el dólar paralelo empezó a subir estrepitosamente al igual que el euro y mi chollo de cambiar pesos por euros se fue a la mierda. El monstruo de la inflación se apoderó de comercios y supermercados y los precios subían de semana en semana.
En Diciembre se empezaron a ir muchos del grupo: dijimos adiós a las Extendas, los inquilinos de Armenia hicieron una feria de garaje bastante exitosa, el chico de la Cámara echó el cierre a su oficina, otro se fue por ahí a montar un chiringuito, se nos quedó una habitación libre en el piso...
Buscamos un inquilino provisional para Enero, pero el 31 nos caducaba el contrato y si no encontrábamos a alguien definitivo para los 4 meses que quedaban lo tendríamos que abandonar. Movimos cielo y tierra buscando contactos, pero tuvimos que darnos por vencidas y buscar un nuevo hogar.
Y ya para rematar, me llegó un correo de Aerolíneas Argentinas que ponía en oferta los vuelos a España durante el mes de Febrero. Y lo vi clarísimo, me compré el vuelo, así, sin paños calientes.
Es difícil poner punto y final a una etapa, difícil decir adiós a los que se quedan, hacer la maleta sabiendo que probablemente no volverás... Pero en esa maleta me llevo amigos, risas, fiestas, canciones, conciertos, sorpresas, asados, pesos argentinos, chilenos, uruguayos, bolívares, soles, reales y los dólares de la fianza del piso.
Me voy bien cargada de experiencias y feliz por haber aprovechado cada minuto. Alguna que otra cosa se queda en el tintero, pero quiero pensar que en un futuro no muy lejano podré tacharlas de la lista.
Hasta siempre mi querido Buenos Aires, gracias totales!!
Lola.-