Conquistando el Perito Moreno

El término Patagonia desprende en si mismo aventura, naturaleza, paisajes infinitos, deportes extremos... Así que aprovechando la coyuntura nos envalentonamos y reservamos una excursión llamada: Minitrekking por el Perito Moreno.


Cartel de bienvenida
Un autobús vino temprano a buscarnos al hostal y pusimos rumbo al Parque Nacional de los Glaciares. Empezamos el día con una visita de unas 2 horas a unas pasarelas que recorren de norte a su la cara frontal del Perito Moreno.




El silencio del lugar era absoluto, solo a veces interrumpido por los crujidos y truenos que provocaban los trozos de hielos al desquebrajarse y caer al agua. Aunque nos llevamos bastante tiempo en una zona marcada como "la zona de los desprendimientos" esto es todo lo que pude captar.
Una mierdad, ¿verdad?.

A continuación navegamos hacia el glaciar desembarcando en una playa a orillas del mostruo de hielo. Allí nos equiparon con unos grampones crampones para no resbalar en el hielo y... ¡comenzó la aventura!


Caminando por la playa hacia el Sr. Moreno.


Becarias y Perito.
Con el gigante detrás.

Grampones para no morir.

Ascendimos por el lateral del Perito Moreno dejando atrás la playa. Recorrimos valles, atravesamos riachuelos formados en el propio glaciar y vimos sumideros de varios metros de profundidad según nos comentaron los guías de la excursión.


Lo que teníamos que subir.

En plena ascensión.


Mi grupo de aventureros.


Otro grupo como el nuestro haciendo el trekking.


Era una sensación muy extraña el estar caminando por allí, a un lado se veía un monte con sus arbolitos y vegetación e incluso un par de cataratas que fluían por la ladera y si te girabas 180º todo lo que veías eran montículos de hielo de una tonalidad azul indescriptible. En serio, en las fotos, que para los incrédulos tengo que decir que no están retocadas, se ve muy bonito, pero al natural era increíble. El hielo cambiaba de color según el reflejo del sol y en los puntos más sombríos el azul era intenso, casi eléctrico.



Después de hora y pico caminando por el glaciar, bebiendo agua de los arroyitos y evitando que las ráfagas de viento que soplaban de vez en cuando te tiraran al suelo, los monitores nos invitaron a alfajores y a un whiskazo con hielo del mismísimo Moreno.




Un experiencia única.
Lola.-

2 Response to "Conquistando el Perito Moreno"

  1. Daniel Says:

    Acojonante lo de los glaciares. Yo me quedé sin hacer el trekking :( ¿No era peligroso?

    Por cierto, ¿se dice grampones o crampones? Es la primera vez que lo veo con g.

  2. Unknown Says:

    jajaja yo no lo había escuchao nunca y me sonó como con G, pero la RAE dice que es crampón. :P

    hay 2 trekking, el big ice q son 4 horas y se necesita buena condicion fisica y el minitrekking q lo hace gente patatera como yo!

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